Oseja de Sajambre
El recorrido propone su inicio en la localidad de Oseja de Sajambre, donde la Iglesia de la Asunción llama la atención. Fue reconstruida en el año 1855 por D. Ignacio Díaz Caneja, natural de Oseja y que fue Obispo de Oviedo. En el pueblo son numerosas las edificaciones que reflejan las características de la arquitectura del Valle, destacando en ellas galerías y balconadas de madera que rematan sobrias casas construidas en piedra. Están también presentes los hórreos de madera antaño muy usados para almacenar grano y otros productos aislándolos de roedores y de la humedad.
Iniciaremos la ruta buscando la parte alta del pueblo, donde encontraremos la ermita de San Roque y el antiguo camino de la Senda del Arcediano, que nos llevará en esta primera parte de la ruta hasta Soto. La Senda del Arcediano fue en otro tiempo el único camino real que unía en esta zona, Asturias con León. Debe su nombre a su promotor el archidiácono o Arcediano de Villaviciosa, Pedro Díaz de Oseja, sajambrino que vivió a principios del siglo XVII.
Durante todo el recorrido, y a medida que ascendemos, es constante en el paisaje los picachos de blanca caliza. Una de estas Peñas es representativa sobre todas las de Sajambre, la Pica Ten (1.222 m), que emerge en el Valle como un estandarte natural. Continuamos el ascenso por la pista hasta llegar a un cruce de caminos, el de la derecha nos lleva a Vegabaño. Tomamos el camino de la izquierda que tras ir cruzando bosques, a la orilla del río, nos llevará hasta la entrada del pueblo de Soto que es el pueblo más alto del Valle, rodeado de abundante vegetación y muy próximo a los Picos, en el que destaca la típica arquitectura rural de montaña, casas o casonas de piedra y madera, las escuelas y la iglesia parroquial próxima al año 1600.
Soto de Sajambre
Desde Soto son posibles distintas rutas, la más frecuentada es la que nos lleva a la majada de Vegabaño, atravesando un magnífico bosque de hayas.
Después de visitar el pueblo retrocedemos para tomar la carretera que desciende de Soto a Oseja, seguimos la carretera, pasando el túnel, hasta llegar al mirador de Vistalegre, desde donde observaremos la mejor panorámica del conjunto del Valle de Sajambre.
Después de dejar el mirador y tras bajar unos metros tomaremos una senda que sale a la derecha de la carretera y desciende en zigzag por la ladera sobre el pueblo de Ribota, aquí existe una pequeña desviación hacia la derecha que tras pasar una portilla de madera y bordear unos prados, nos conduce a la pista que nos llevará al pueblo de Ribota.
Ribota
Ya en Ribota nos adentraremos en el pueblo en dirección a la Iglesia, encontrándonos con excelentes representaciones de arquitectura popular. Atravesamos el pueblo en dirección al río Sella, buscando la salida del mismo hasta un puente situado a nuestra izquierda. Seguimos la margen derecha del río, por el camino viejo que comunicaba con Oseja, Vierdes y Pío. El camino continúa en suave ascenso entre prados de siega y bosques de ribera (castaños, alisos, fresnos, robles, avellanos…) hasta llegar a un cruce de caminos desde el que avistamos el pueblo de Vierdes. De frente al camino nos llevaría a Vierdes y Pío y a la izquierda, ascendiendo más bruscamente hasta llegar de nuevo al pueblo de Oseja.